lunes, 3 de octubre de 2016

Joseph Roth, La tela de araña (1923)




Theodor Lohse es uno de los muchos oficiales alemanes desmovilizados tras la derrota sufrida en la Primera Guerra Mundial. Privado del prestigio que le otorgaba una carrera militar a la que estaba destinado desde niño, Theodor cae (mejor dicho, entra bien a gusto) en “la tela de araña” del nacionalsocialismo alemán.
El tema nos puede llamar más o menos la atención, y es cierto que el conflicto bélico de la Segunda Guerra Mundial es muy interesante por la radicalización que traen consigo unas ideologías que se han afianzado cómodamente como religión, pero lo que sí me ha llamado la atención desde el inicio es la prosa de Roth. Se trata de una prosa sencilla y embelesadora, llena de fragmentos a subrayar:

Theodor quiso estar malo y ser un niño y no levantarse de la cama.

Paladeaba el ocultarse como si de néctar refrescante se tratase. Se fue hacia un rincón oscuro y estiró en los bolsillos los dedos de la mano. Al mismo tiempo fue inclinando el cuerpo hacia delante. Sin advertirlo estaba adoptando la posición de acecho de su araña.

Dice la Wikipedia que «Se publicó en un periódico vienés en octubre y noviembre de 1923, con la finalidad de alertar sobre el creciente nacionalismo alemán. Es una novela fallida, con defectos debidos a la urgencia de su escritura. Roth prefería señalar que Hotel Savoy fue la primera».
Yo no le encuentro tantos defectos, aunque si el propio autor lo dice por algo será. Me quiero dejar llevar por la intuición y se me antoja que detrás hay un gran escritor, un estilo bien definido. Me he dejado seducir por su prosa y la he disfrutado de un tirón. En breve trataré de localizar La leyenda del santo bebedor o La marcha Radetzky. Según dicen los críticos Joseph Roth sentía nostalgia por el desaparecido imperio austrohúngaro y, qué os voy a contar, me pica la curiosidad.

2 comentarios:

  1. Pues me has picado la curiosidad con la reseña, lo anoto para cuando tenga tiempo.
    por cierto, me quedo por el blog que me tengo que poner al día con los clásicos, que últimamente los tengo un tanto abandonados, jeje.

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    1. Pues por aquí tendrás clásicos variados. No te dejes guiar mucho por mi entusiasmo, porque luego el gusto lector de cada cual es muy diferente.
      Y sobre todo, si te acercas a los clásicos, hazlo con placer, no les vayas a coger manía ;-)
      Gracias por la visita y mucho más por el comentario

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