martes, 8 de abril de 2014

El diario de Edith, de Patricia Highsmith.

La dificultad de considerar clásicos a los modernos no es asunto baladí. Me encontré con dudas a la hora de calificar como tal El talento de Mr. Ripley, y no menos dudas me encuentro ahora cuando quiero calificar de la misma manera otras novelas de P. Highsmith. Y sin embargo me he animado, y trataré de actuar de la misma manera que con otros clásicos de renombre y poca duda, como son, por poner ejemplos, los casos de Conrad o Sender. Aceptamos como clásica toda su obra, y sin embargo ambos tienen tan vasta trayectoria que presentan claroscuros, diferencias entre las novelas más tiernas y las más maduras, entre las más trabajadas y esas por las que el escritor pasa de puntillas.
       Por esta razón, y otras que no elaboro por piedad hacia ti, lector, añado El diario de Edith entre mis clásicos. Es esta la segunda novela que leo de P. Highsmith, un producto de madurez. Aún siendo completamente diferente a El talento de Mr. Ripley, sus rasgos más característicos siguen presentes, el análisis minucioso, psicológicamente hablando, de los personajes, un análisis sutil y profundo de la moralidad, de las intenciones que mueven al individuo, motor de cada una de sus acciones.
       Al igual que en El talento de Mr. Ripley vence el mal; algo semejante sucede en esta otra novela. Se trata de una historia pesimista y despiadada. De alguna manera el lector se ve inmerso sin pretenderlo en un lugar en el que no quiere estar. Después de leer unos cuantos capítulos el lector se siente partícipe, espectador de unos sucesos tan cotidianos como la vida de cada cual. Por un lado quieres continuar pero por otro lado quieres abandonar aquella historia que te transmite angustia de alguna manera. Sin alharacas, sin grandes sucesos ni asuntos escabrosos, la novela te atrapa. En verdad que no se explicarlo muy bien. Me sucedió también con El talento de Mr. Ripley, pero aquí es diferente, una sensación de angustia, de inquietud, una sensación extraña de atracción y repulsión al mismo tiempo. Y claro, a mi lo que más me repugna de una obra de arte o de un libro es que me deje indiferente, y Patricia Highsmith me agita, me conmueve maravillosamente.
     Cambiando de tercio, y para los enamorados de la novela histórica, también la novela hace una incursión, de manera muy peculiar pero efectiva, en una época fascinante de la historia de los EE.UU. La novela contiene una crítica feroz del “american way of life” o lo que damos en llamar el “sueño americano”. El escándalo del Watergate, Vietnam, la dicotomía capitalismo – comunismo y el abandono del Tercer Mundo están siempre presentes.

      Probablemente la novela comienza despacio, lenta si cabe hablar de este término tratándose de Patricia Highsmith, pero sin llegar a resultar pesada. Hay muchos detalles, entran en liza buen número de personajes, aunque nunca demasiados como para perder el control. La maestría de la escritora para manejar todo tipo de situaciones está fuera de toda duda. El horror se palpa, se prevé en todo momento que algo va a pasar, y sin embargo las cosas suceden de forma natural, hasta un final sórdido y, esto es lo más sorprendente de todo, necesario.

9 comentarios:

  1. Tengo muchísimas ganas de leer a Patricia Highsmith, estaba dudando entre El talento de Mr. Ripley y El diario de Edith, los dos que más me llamaban la atención de esta autora.
    Voy a empezar con el de Ripley, pero vamos, me has dejado con ganas de estrenarme con la autora de una vez por todas.
    Un saludo.

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  2. Por supuesto Teresa, El talento de Mr. Ripley. Olvídate de la película de Matt Damon, no tiene nada que ver, el libro es muy bueno, no creo que deje indiferente a nadie. Yo ya te digo que no dejo de sorprenderme de esta autora. En cuanto al diario, es una novela más compleja, que a mi me ha gustado pero que no estoy seguro de hasta qué punto agradará a los demás.
    Besos.

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  3. Cierto, también creo que la señora Patricia Highsmith es un clásico. Y aunque a mí su Ripley me da escalofríos (¿de verdad esta señora es capaz de pensar un personaje semejante?) tampoco me anima mucho que tú nos digas que esta lectura produce angustia...

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  4. Si, Mónica, las cosas como son y para el César lo que es del César, no es apta para aquel lector que busque un jardín repleto de flores y el cielo azul, quien lea a P. H. más bien se encontrará con un erial lleno de zarzas bajo un cielo gris. El caso que la novela comienza llena de promesas, pero luego se van agotando y no queda otra cosa que la superficie más árida y oscura que uno pueda imaginar. En realidad, ahora que han pasado 24 horas de la lectura, sigo pensando en el final de la novela y creo que es todavía más negro de lo que me pareció al cerrar el libro, y eso que te aseguro que me quedé con una cara que me hubiera gustado apreciar a distancia, seguro que estaba perplejo, tal vez absorto en pensamientos difíciles de precisar (eso sí, me ha hecho sentir, vivir un sueño con intensidad, y yo busco eso en los libros)

    Saludos

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  5. Tengo pendiente el del Talento, vaya spoiler me ha parecido leer, así que dejo de leer por si hay más, jeje. Si que es verdad que hay cierto respeto a la hora de hablar de clásicos en la literatura moderna, pero los hay, está claro. Un abrazo!

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    1. Pues sí, para mí, P. Highsmith alcanza el Olimpo literario.

      ¿Spoiler en mi blog? Noooo, los clásicos son para releerlos ;-)) no pasa nada si descubro alguna cosa. De todas maneras lo he releído y bueno, tal vez el final..., pero bah, no descubro nada importante porque en realidad tampoco hay gran cosa que anticipar. Con los clásicos se disfruta con cada página o no nos sirven, no son libros para leer ansiando qué va a suceder, en mi opinión.

      Gracias por la visita Meg, y no dejes de leer El talento de Mr. Ripley, por supuesto antes que este "Diario" que presento, no vaya a ser que abordes a la Highsmith por el lugar equivocado.

      Besos

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    2. Sí, tú releerás, pero algunos no lo hemos leído, y en una lucha entre el bien y el mal, prefiero adivinar yo quién gana mediante su lectura. Si es importante o no lo que descubres, eso es subjetivo, pero vaya, ya está, que no pretendo pasar por aquí en plan mosca cojo**** :-P Un abrazo!

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    3. Descuida Meg, puedes argumentar lo que quieras aquí :-)) De la gente con experiencia se aprende.

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  6. no lo he leido pero me llama la atencion, investigare un poco mas sobre el y vere si lo empiezo pronto. Muchas gracias por la informacion!
    te pasas y comentas?http://hijadeposeidon.blogspot.com/

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