sábado, 19 de julio de 2025

El corazón es un cazador solitario (1940), Carson McCullers.

 


La novela comienza con una narración absorbente y espectacular. La autora tiene el don de cautivar. En unas pocas páginas nos presenta a dos amigos íntimos, dos personas peculiares, sordos, John Singer y Spiros Antonapoulos. Uno de ellos, Antonapoulos enferma y comienza a comportarse de forma violenta y acaba en un hospital psiquiátrico, de manera que el protagonista absoluto de la novela, John Singer, se queda solo y se muda.

Aunque el sordomudo Spiros Antonapoulos no desaparece del todo, el resto de la novela, diríase mejor los demás personajes, giran alrededor de John Singer, que tiene una singular personalidad que los atrae. Sí, John Singer es el gran protagonista de la novela, y a su alrededor basculan otros cuatro personajes muy diferentes entre sí, Mick Kelly, una niña espabilada de alrededor de 13 años, amante de la música, Jake Blount, un obrero alcohólico de tendencias socialistas, Biff Brannon, el dueño de un establecimiento donde se dan comidas y bebidas, y el Dr. Copeland, un idealista médico afroamericano ya anciano.

La novela transcurre en la órbita que describen cada uno de estos personajes alrededor del sordo, John Singer, probablemente menos desarrollado que los otros cuatro, algunos de los cuales presentan sus satélites, personajes que a su vez los rodean y describen a su alrededor su propia órbita. 

Poco después de la Navidad, una noche, dio la casualidad de que las cuatro personas vinieron a visitarle al mismo tiempo. Esto no había ocurrido nunca. Singer se movía por la habitación repartiendo sonrisas y cosas para comer, haciendo todo lo posible para que sus invitados estuvieran cómodos. Pero algo no andaba bien.

El doctor Copeland permanecía de pie, en la puerta, con el sombrero en la mano, y sólo hizo una fría reverencia a los demás. Los otros le miraron como preguntándose por qué estaba allí. Jake Blount abrió las cervezas que había traído consigo, y la espuma le manchó la pechera de la camisa. Mick Kelly escuchaba la música de la radio. Biff Brannon estaba sentado en la cama, las piernas cruzadas, y sus ojos escrutaban al grupo que tenía ante sí con los ojos fijos y entrecerrados.

 Así describo yo esta novela, una novela de personajes entrelazados, apenas coordinados por la figura de John Singer. La introducción de cada personaje me ha parecido magistral, muy sugerente para aquellos que tratamos de hacer nuestros propios pinitos literarios.

Estas características pueden echar para atrás a muchos lectores, pero la verdad que la novela se lee bien, sin necesidad de poner excesiva atención o retroceder páginas en la lectura, porque la escritora pone todo su arte al servicio del lector, de manera que no nos resulta difícil entrar en el enrevesado mundo de cada personaje.

Por eso, insisto, que no es necesario acudir a un taller de escritura para que nos enseñen el oficio. Cierto que podemos hacer amistades, como en cualquier otro círculo, pero para aprender las técnicas narrativas basta con leer novelas de los maestros, que son los que verdaderamente nos muestran el camino.

 

La novela transcurre en una pequeña ciudad industrial del sur de los EE.UU, Georgia, en la década de los 30, fácil de comprobar porque de vez en cuando se nos describen a través del diálogo los movimientos políticos de Adolf Hitler frente a la política de apaciguamiento.

El ambiente puede resultar claustrofóbico, miserable, como lo es la vida de los humildes de los suburbios de cualquier ciudad.

El título de la novela proviene de un poema "El cazador solitario" del poeta escocés William Sharp.

Deep in the heart of Summer, sweet is life to me still, But my heart is a lonely hunter that hunts on a lonely hill.

 En lo profundo del corazón del verano, dulce es la vida para mí todavía, pero mi corazón es un cazador solitario que caza en una colina solitaria.


 
Lo que más me ha sorprendido es que la autora, Carson McCullers, escribió esta, su primera novela, con 23 años, por la cual obtuvo una temprana y merecida fama. Luego tuvo una azarosa vida, a través de la cual se puede comprobar que sus personajes están hechos del mismo pegamento que su realidad.

Ya he conseguido La balada del café triste, que espero leer pronto, lo cual indica, mejor que cualquier valoración numérica, lo que me ha gustado esta novela.

 

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