lunes, 19 de mayo de 2025

La biblia en España (1842), George Borrow.

 

George Borrow, hijo de un humilde soldado británico, vivió una vida bastante errática hasta que entró al servicio de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. Era esta una organización en la que George podía utilizar su principal talento, el conocimiento de los idiomas. Sin salir de Gran Bretaña ya conocía varios idiomas, y luego aumentó sus conocimientos en varios viajes. Como curiosidad, conocía el caló, lenguaje de los gitanos, pues tenía un amigo gitano y sentía gran predilección por sus costumbres. Sus encuentros en España con los gitanos, que lo reconocen como su hermano por el dominio de su lengua y costumbres, será clave durante toda la novela.

La Sociedad Bíblica no pretendía propagar una confesión cristiana determinada, sino difundir la Biblia, poner al alcance del mayor número de personas el texto genuino de las Sagradas Escrituras. En opinión de los Protestantes, la Iglesia Católica contradice a la Biblia, así que basta la lectura de los textos auténticos para minar las bases de la dominación papista y católica.

En estas tareas realizó algunos viajes, entre ellos a Rusia y Portugal, pero será su viaje de trabajo por España el que le da un lugar en la posteridad. Aunque parezca increíble, alrededor de 1836, que es cuando inicia el viaje por España, y desde la ya lejana invención de la imprenta, no se había impreso en España ninguna traducción de la Biblia descargada de notas y comentarios, y que fuese, por tanto, de tamaño manual y precio reducido, accesible para todos. Las últimas traducciones tenían nueve y diez volúmenes.

Primero había que vencer las trabas burocráticas para imprimir una Biblia sin notas. Luego obtuvo el permiso para repartir en persona la obra por los pueblos. Tras un largo viaje de casi un año, volvió a Madrid, donde imprimió dos nuevas traducciones parciales, una al caló, hecha por él, y otra al vascuence. La publicación en caló, algunos métodos de los que empleó para llamar la atención del público y también ciertas imprudencias de otro agente, como él, de la Sociedad Bíblica Británica, provocaron la intervención de las autoridades y el fin de la acción propagandística de Borrow en España.

Ya en Inglaterra iba a publicar un libro sobre la historia y costumbres de los gitanos en diversos países, pero la llegada a la celebridad le llegó de la mano de la presente obra. Digamos que está compuesta de tres elementos fundamentales: la difusión del Evangelio, preñada de antipapismo, Don Jorge el inglés y España. La difusión del Evangelio es el armazón y móvil del libro. Hombres y tierras de España son el decorado en el cual se mueve el propio autor, Borrow, un poco enaltecido por él mismo. Destaca el contenido autobiográfico, pues todo se mueve a través de sus peripecias. Eso sí, no oímos confesiones ni nada parecido del autor, él deja hablar a las personas con las que trata, nos pinta el efecto que su persona extranjera causa entre los demás. Cierto que él es como un héroe. Es adorado por los gitanos, los pícaros le temen, era bueno con los humildes, pero a los ricos los trataba de igual a igual, era razonable y sereno, sin perder nunca la calma. 


En España ha desatado abundantes críticas, en Europa fue un best seller, dada la pervivencia de la reputación de España como antiguo gran imperio. Se trata de una novela, una obra literaria, aunque para algunos es un libro de viajes. El contexto es la Primera Guerra Carlista, una España dividida, sumida en crisis.

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